Crítica a 'Maestra' de L.S. Hilton
Maestra es una novela negra que, como tal, nos muestra un entorno social enfermo. La protagonista principal es una joven profesional del mundo del arte que vive (malvive) y trabaja en Londres. Es Judy, que, de forma totalmente fortuita, se encuentra con una antigua amiga, Leanne, a la que conoce desde la adolescencia en un entorno bien distinto al Londres del siglo XXI.
Y es así, “por accidente”, donde comienza a desarrollarse la trama, en entornos realmente escasamente recomendables, aunque alejados, por lo menos al principio, de las redes criminales.
Sin embargo, se trata de un entorno violento, de otro tipo de violencia: “… toquetear a su harén, disfrutando del placer salvaje (…) de poder derrotar en un juego en el que ella ni siquiera podía participar”.
Ahora bien, tampoco ese poder, supuestamente concentrado en uno de los frentes, se encuentra realmente tan desequilibrado como aparenta: “Por suerte, los hombres italianos no tienen una elevada opinión sobre la inteligencia de las mujeres jóvenes. O los hombres en general, ya puestos”.
Y así comienza la lucha sin cuartel, donde el poder va dando lugar a las más variopintas facetas de la perversión, mostrando las caras menos nobles del ser humano.
En este contexto, la victoria camia de bando de forma continuada, en una espiral trepidante y desenfrenada, que acaba destruyendo, uno a uno, a todos sus protagonistas.
Se trata de una interesante novela que nos acerca a un submundo a través de una persona que podría proceder de cualquiera de nuestra familia o de nuestra vecindad. Se trata de un libro que nos hará reflexionar a la vez que nos entretiene.
