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Crítica a 'Recursos Inhumanos' de Pierre Lemaitre

La nueva novela de Pierre Lemaitre, Recursos Inhumanos, narra la historia de un directivo en paro, Alain Delambre, cincuenta y siete años, en Francia, aunque la historia podría haber sucedido en cualquier país desarrollado de la época.

Tras perder su trabajo como directivo, su vida profesional se modifica diametralmente: “empieza a trabajar a las cinco de la mañana en lo que llaman un miniempleo. (mini, por el salario)”. Lleva cuatro años en paro. Se dedica a otras “cosillas”: transportar cajas, embalar con plástico de burbujas o repartir publicidad. Trabaja en Mensajerías Farmaceúticas para pasar el tiempo, aunque se lo dijo a su mujer, Nicole, y ni ella ni su mujer se lo creyeron. Se levanta a las cuatro de la mañana para ganar un 45% del salario mínimo.

De pronto, una consultoría busca a un asistente de recursos humanos para una gran empresa. El trabajo incluye participar en la contratación de personal directivo, establecer los perfiles del puesto, dirigir las evaluaciones e interpretar los resultados de las pruebas, tomar parte en la confección del balance social, etc., exactamente lo que sé hacer. El perfil es claro: “polivalente, metódico, riguroso, deberá poseer grandes cualidades para las relaciones sociales”, clavado a su perfil profesional.Es aquí donde comienza la trama.

El personaje dice de sí mismo que nunca ha sido un hombre violento: “He tenido ataques de ira, pero nunca la voluntad real de hacer daño”. Sin embargo, poco a poco, y como resultado de sus experiencias vitales, esa actitud va cambiando poco a poco: “A medida que mis ingresos se volatilizaron, su estado de ánimo pasó de la incredulidad a la duda, después a la culpabilidad y, por fin, a una sensación de injusticia. Para llegar a la cólera”.

Desde su perspectiva, Alain va analizando lo que sucede en el mundo de los negocios, al tiempo que la evolución de la experiencia vital de personas como él. Incluso muestra su habilidad para definir potenciales problemas mentales frecuentes en nuestra sociedad: “Lo he visto en mucha gente que venía de abajo, de hecho. En cuanto progresan, se identifican con sus superiores con una convicción tal que los superiores no se atreverán a soñar. Es el síndrome de Estocolmo aplicado al mundo del trabajo.. Es el jefe cuando el jefe desaparece”. Son empresas a las que “no les interesa su experiencia, sino pagar menos impuestos y obtener subvenciones”.

A través de otros personajes, como el turco Mehmet Pehlivan, se revisan otros problemas de la sociedad actual, como la escasa integración de los inmigrantes en Francia.

Así, con un argumento irresistible, nos narra Lemaitre algunos de los peores vicios de la sociedad en la que vivimos, de forma despiadada, que impiden al lector permanecer impasible tras finalizar la lectura de esta nueva novela de este autor revelación de la literatura francesa actual.





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© 2014 por Beatriz Junquera Cimadevilla. Con mi sincero agradecimiento a Wix.com

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